¡Hola, soy Fran! Nací en La Línea de la Concepción, en Cádiz, y me decidí a ser psicólogo por dos razones: la curiosidad que me despertaba la mente humana y todos sus entresijos, pero también por ejercer una profesión destinada a ayudar a otras personas.
Y ambas razones siguen vigentes hoy en día.
La curiosidad y el placer por aprender me llevó no solo a terminar la carrera sin retrasos, sino a embarcarme en posteriores formaciones para ampliar esa visión profesional.
Realicé un máster de Investigación en Psicología Básica y de la Salud en la Universidad de Málaga, que me abrió las puertas no solo a aprender conocimientos sino que también puse mi granito de arena y escribí artículos de investigación sobre el trastorno obsesivo compulsivo en personas jóvenes.
Andando se hace camino
El impulso de ayudar a otras personas ha sido mi realidad en todos estos años, tanto dentro como fuera de la profesión. Recuerdo con cariño a todas que he acompañado y con las que he tratado en mi propia trayectoria.
Mayores en centros de día con dificultades para valerse por por sí mismos a causa de la demencia, adultos con problemas de adicciones que buscaban ayuda en asociaciones, pacientes de hospitales desbordadas por su situación personal y mental y personas que acuden a consulta porque no saben cómo arreglar sus problemas.
Pero no todo es ser psicólogo: también tengo mi corazoncito altruista (…¡y salí en la tele!)
También tengo en mi memoria todas las personas y todas las iniciativas en las que he participado de buena voluntad.
Animación sociocultural para peques, voluntariado en Cruz Roja durante los fines de semana en las zonas de botellón, eventos culturales gratuitos o docente de mujeres mayores y mujeres víctimas de violencia de género.
¡Incluso una cadena nacional de televisión nos reconoció un proyecto para ayudar a las personas en desempleo allá por el 2010!
Me siento afortunado de haber tenido tantas vivencias significativas con otras personas, de haber residido en diferentes ciudades y ambientes, y eso me ha ayudado mucho a escuchar y a comprender a otros.
Y ahora mismo toda esta experiencia la pongo al servicio de las personas que acuden a consulta conmigo.
La Psicología no hace milagros, pero trabajando conmigo encontrarás toda la comprensión, la ayuda y las técnicas científicas que pueden hacer que vuelvas a tener una vida que merezca la pena vivir.
Eres aquello que haces, no aquello que dices que harás.